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Quebrada tu mágica lente,
ojo que todo lo ves,
tu amparo la vida perdió
y esparcida por lo suelos
toda esperanza de vida quedó.
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La oscura y fría tierra,
esperaba con anhelo
que tu hermosa y única criatura,
sus blancas esporas esparciera
y en verde y frondoso prado convirtiera
el oscuro sueño que el día asolaba.
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Tu dulce y hermoso emisario,
como una primavera olvidada,
con su fuerza la esperanza retornó
y entre sus delicados y firmes dedos,
ese único embrión sujetó
para que el sueño de todos gestara.
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Con una sacudida de su dulce aliento
las blancas y deseadas esporas esparció,
y de miles de sueños de polen cargados
la yerma y fría tierra inundó.
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En mil pedazos tu vista quebrada
testigo de excepción de dicho milagro quedó
y por tu criatura con firmeza asida,
la luz necesaria de toda vida,
por la oscura tierra quedó esparcida.
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Ahora, hacia ti retorna volando,
la hermosa criatura de oscuras alas,
hacia ti tu ojo portando,
para que tú, dios de luz y fuego,
del otro lado del cristal
la vida siga custodiando.
Autor:Piotr Kropotkin